La instalación solar fotovoltaica sobre cubiertas curvas autosoportantes presentó importantes retos estructurales. Dado que los techos no contaban con soporte estructural subyacente, fue necesario realizar un análisis previo que garantizara la viabilidad de añadir carga adicional sin comprometer la integridad del sistema.
La solución de anclaje para los sistemas FV debía ser liviana, ya que las soluciones con rieles no eran viables por las estrictas limitaciones de peso. Además, el protocolo de seguridad no permitía que más de tres trabajadores estuvieran en un mismo punto del techo al mismo tiempo, por lo que se optó por un enfoque de preensamblaje e instalación por etapas para distribuir el peso de manera segura, por lo que el instalador utilizó la solución de fijación solar PVKIT® Direct-Attach™ junto con el S-5-H™ Mini para fijar los sistemas sobre los techos.
Otros retos incluyeron mantener una separación precisa de los módulos respecto al techo curvo (~10 cm), asegurar la impermeabilización total en espacios sensibles y lograr una solución que fuera también estéticamente compatible con la arquitectura del proyecto